por Juan Manuel Cejas, Juan Marco Nanni y Gonzalo Rodríguez

Te escribo para contarte sobre mi primera semana como encargado de limpieza de locomotoras, acá en Ferrowhite.
Me está yendo bien. El laburo es duro, con muchas horas. Pero se aguanta. Tengo que llevarle el pan a tu madre y tu hermanito, así que otra no me queda. Los muchachos de acá son buena gente: tomamos mate a la mañana, tipo ocho, y a la tarde, temprano, cuando nos dan el rato de descanso. Todos tienen sus historias para contar. Por ahora hablamos de la vida, nomás. Nos estamos conociendo un poco.
Al patrón me lo cruzo una o dos veces por día, me mira con cara de malo y sigue. No tiene de qué quejarse: nosotros hacemos nuestro trabajo. Tendrías que ver cómo entran esos bichos a los talleres y lo impecables que salen. La razón por la que estamos, dentro de todo, bien es la ayuda de los sindicatos. Me contaron que hace un tiempo, las condiciones de trabajo eran pésimas. Pero claro, el gobierno, ante nuestros pedidos, no puede hacerse el desentendido: o nos dan las mejoras o se acaban las exportaciones.
Un saludo, que estés bien.
Papá
No hay comentarios.:
Publicar un comentario